En toda dieta sin lugar a dudas no faltaran las verduras, ya que son ricas en vitaminas y minerales. Pero para que no pierdan esas propiedades éstas requieren de una conservación y cuidado especial
Para conservar correctamente las verduras debemos envolverlas en una bolsa de plástico previamente lavadas, y llevarlas a la heladera. En caso de que hayamos comprado mucha y no tengamos espacio, podemos reducirla limpiándola y precocinándola al vapor, en el microondas o colocándolas en agua hirviendo por 5 minutos.
Hay algunas verduras que no se llevan bien entre si. Tal es el caso de las cebollas que estropean las papas cuando están en contacto, y por eso es conveniente separarlas.
Tanto la lechuga como otras verduras de hoja es mejor cortarlas con las manos y evitar hacerlo con el cuchillo, ya que se oxidan y oscurecen.
Por otro lado, si quedó lechuga sin utilizar podemos conservarla mejor en una servilleta de tela húmeda y llevándola a la heladera. De igual manera se conserva el Perejil.
Para el caso en que la lechuga se haya puesto marchita, hay una manera de revivirla y es sumergiendola rápidamente en agua caliente, luego enjuagarla en agua helada con un poco de sal o azúcar, sacudirla y llevarla a la heladera durante 1 hora.
El Coliflor también tiene sus caprichos. Podremos hacerlo durar aproximadamente 6 días en refrigeración si lo colocamos dentro de una bolsa de plástico con el tallo hacia arriba. A dicha bolsa debemos cerrarla y hacerle unos agujeros para que el aire circule dentro.
Por último, cuando preparemos salsa de tomate es importante aprovechar para cocinar la de toda la semana, congelando una parte para que esté siempre a punto.
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