La pasta, alimento variado y sabroso, es consumido en todo el mundo. Los expertos aconsejan siempre cocinar la pasta hasta que este "al dente", pero: ¿cuando ocurre esto?
Para conseguir un plato de pasta "al dente", es necesario seguir una sencillas normas a la hora de elaborar la pasta.
Primero, se cuece la pasta en agua hirviendo. La cantidad de agua a utilizar debe ser proporcional, calculando 1 litro de agua por cada 100 gramos de alimento. Luego, se le añade un chorro de Aceite de oliva o una cucharada sopera de manteca, lo que impedirá que la pasta se pegue durante la cocción y le dará otro sabor. Cuando rompa el hervor, se añade un poco de sal, preferentemente gruesa, en una proporción de una cucharada por cada litro de agua.
La olla deberá taparse únicamente para que hierva mas rápido, y de ninguna manera se deberá cocinar la pasta con la olla tapada.
Una vez que el agua este lista, se añade la pasta y se remueve de vez en cuando con cuchara de madera para que no se apelmace. La pasta esta "al dente" cuando está cocida en el exterior, pero en el interior queda un pequeño hilo crudo. Podrá notarse que está firme al morderla, pero con el centro suave, sin sabor a crudo y elástica.
Ahora que la pasta llego a su punto justo, se escurre. Es recomendable recuperar el agua en la que se cocinó y colocarla en un recipiente. De esta manera, si alguien desea repetir, se vierte el agua sobre la pasta que aún queda en el colador para que recupere su calor. De esta manera se evita utilizar otros medios para recalentar la pasta.
El lavar la pasta o no, después de escurrirla, depende del tipo de receta. Se debe tener en cuenta que al lavarla se le quita parte del sabor que haya adquirido durante la cocción. Si la pasta es para reservarla en la heladera con el fin de utilizarla mas adelante, o para utilizar en ensalada, por ejemplo, es recomendable lavarla, ya que de lo contrario puede pegarse.
Artículos relacionados: